Cortesía Fotográfica:
Cancillería de Colombia (Mayo 24 de 2014)
por Jeison Mauricio Moreno Ramírez, estudiante de Comunicación Social de la UNAD
El 29 de octubre
pasado los colombianos eligieron a sus nuevas autoridades locales y regionales:
32 gobernadores, 1102 alcaldes, 418 diputados, 12.072 concejales y 6885 ediles
divididos entre nuevos y antiguos presidirán los destinos de las regiones del país
para los próximos cuatros años que comenzarán el próximo lunes festivo 1 de
enero de 2024, cuando todos estemos en modo desenguayabe por el comienzo de un año
nuevo lleno de esperanzas y expectativas para todos.
A pesar de que no
estén de acuerdo conmigo, yo pienso que este periodo administrativo regional
que termina el próximo 31 de diciembre a las 12:00pm cuando ya estemos
brindando por un nuevo año, va quedar en el olvido porque lamentablemente fue
un periodo administrativo bastante catastrófico: un cuatrienio marcado
fuertemente por la pandemia del Covid – 19 que ha matado a más de 140.000
colombianos dejando a su pasó un dolor inmenso en sus familias, una hecatombe
económica sin precedentes, un aumento de la pobreza extrema en Colombia, un
retraso en la educación primaria y secundaria y los terribles estallidos
sociales contra el anterior gobierno de Iván Duque pero lo peor de todo fue la
incapacidad de algunos de sus gobernantes tanto a la hora de afrontar estos
hechos como de cumplir sus propuestas de campaña. En mi natal Bogotá, la
administración de Claudia López va a pasar a la historia como una de las
peores. Cuantos de mis paisanos y otras personas residentes de la capital
colombiana sufren la inseguridad, los robos, los atracos y otras cosas malas,
que horror, no se puede vivir tranquilo en mi tierra porque este flagelo se ha
exacerbado desde la pandemia.
La ciudad de la
eterna primavera, Medellín, también azotada por la pandemia votó hace cuatro
años por un mal alcalde: Daniel Quintero, quien se encargó no solamente de
administrar deficientemente la capital antioqueña sino también de atacar al
sector privado según lo tengo entendido. Hoy los antioqueños están muy
arrepentidos de botar su voto a la basura.
Y ni que decir de la
sucursal del cielo, Cali, una ciudad donde recibió la peor parte de los
estallidos sociales de 2021 y que estuvo al borde de una guerra civil. El señor
Jorge Iván Ospina seguramente les dio la espalda a los caleños y vallecaucanos
durante el Paro Nacional y la pandemia.
En Pasto, ciudad
donde resido actualmente, dicen algunos pastusos y nariñenses y por supuesto
mis colegas periodistas que su alcalde saliente, Germán Chamorro no ha dado la
cara durante la emergencia sanitaria por el Covid – 19, sin saber que esta
enfermedad ha matado a un número considerable de habitantes.
Pero en este
cuatrienio que termina no solo han habido malas administraciones, también hemos
visto unos que otros buenos gobernantes. Por ejemplo en Barranquilla, su alcalde
Jaime Pumarejo termina su administración con una popularidad bastante positiva
del cual espera su sucesor por tercera vez, Alejandro Char, siga el buen camino
administrativo en la puerta de oro de Colombia.
Definitivamente la
pandemia por Coronavirus y el Paro Nacional nos han jugado una mala pasada en
especial en este cuatrienio regional 2020 – 2023 que afortunadamente llega a su
fin. Yo sí les pido de que en las próximas administraciones que vengan a regir los
destinos de las ciudades y los departamentos no sigan con ese estilo que lamentablemente
se fue al piso tras estos recientes acontecimientos horribles que perturbaron
nuestra tranquilidad y nuestros deseos de progresar como colombianos. Tampoco
hay que olvidar el nefasto pecado de haber votado por Iván Duque como
presidente creyendo de que Colombia no seguiría los pasos de la crisis social
que hay en Venezuela, pero terminamos condenados sufriendo las inclemencias del
virus y del descontento social.
Yo espero que las nuevas autoridades locales y regionales como Fico Gutiérrez en Medellín, Alejandro Eder en Cali, Dilian Francisca Toro en el Valle del Cauca, Alejandro Char en Barranquilla, Nicolás Toro en Pasto (ciudad donde vivo), Luis Alfonso Escobar en Nariño y otros en especial el nuevo alcalde de mi tierra natal, Bogotá, Carlos Fernando Galán tomen cartas para que las regiones de Colombia pasen la página de estos cuatro años perdidos en el que no se hizo nada y para que trabajen en defensa y en favor de los pobres, en favor de los jóvenes que quieren “comerse el mundo” trabajando por un ideal distinto y en favor de la gente que sale adelante. Yo tengo mucha expectativa de que este nuevo periodo 2024 – 2027 tendrá un futuro prometedor. Que la muerte y la desesperanza no reinen nuestra cotidianidad porque lo único que debe reinar en Colombia es la vida así las cosas no marchen como debieran. Un sincero aplauso para todos los que votaron bien y adelante Colombia que todo este panorama gris que hemos vivido será o ya es definitivamente cosa del pasado.
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